lunes, 26 de mayo de 2008

Virtudes orientales

Generó suspiros en las damas, envidia en los caballeros e hizo que todos se preguntaran si su mayor virtud es su sensibilidad como cantante, su mirada aguda como compositor, su versatilidad como intérprete, su refinado gusto para la arquitectura de climas y texturas, o su humildad en el trato con el público. Y los dejó a todos indecisos.

Jorge Drexler volvió a Buenos Aires y, con la excusa de presentar su disco Cara B, el 22 y 23 llenó el escenario del Gran Rex con sus criaturas minimalistas. A fuerza de voz, guitarra y samplers (algunos capturados en vivo), el uruguayo tejió una lista de más de dos horas donde no faltaron Deseo, Salvapantallas, Sea y las más recientes Inoportuna, Soledad y Disneylandia.

Participaron Matías Cella y Carlos Campón con instrumentos no convencionales, tan raros pero tan apropiados para la propuesta siempre única del cantautor. La noche dejó tiempo para versiones de "La Pomeña" del Cuchi Leguizamón, "Dance Me to the End of Love" de Leonard Cohen y "Lontano, lontano" del italiano Luigi Tenco.

Mención especial para "El pianista del ghetto de Varsovia" y una puesta que, sin más artilugio que un reflector, heló la sangre.




lunes, 5 de mayo de 2008

"Internet promueve el movimiento independiente"

Qué mejor ámbito para la charla que la acústica de un estudio de grabación. Y qué mejor interlocutor para hablar de música que un músico que, además, se dedica a producir bandas independientes. Con esas premisas en mente, visitamos al señor Ricky Sáenz Paz en El Ombligo, quien nos regaló su visión sobre la relación del arte con las nuevas tecnologías. Enjoy it.

¿Considerás, como han dicho algunos colegas tuyos, por ejemplo León Gieco, que la descarga ilegal de música vía Internet atenta contra tu trabajo?

No, directamente no atenta contra mi trabajo, porque como músico, yo lo que quiero es tocar y que la gente escuche mi música y venga a los shows. Entonces, cuanta más difusión tenga mi música, mejor. Y por dónde vaya esa difusión a mí mucho no me afecta ni me importa.

Capif inició una demanda por sumas de hasta 12 mil pesos a casi cien usuarios de Internet que descargaron música en forma ilegal. ¿Creés que es una medida efectiva?

A mi me suena más a manotazo de ahogado. Hay algo que está pasando y que es imparable. Es similar a cuando, antes, yo iba a comprar un disco y todos mis amigos se lo grababan en cassette. Sólo que antes era mucho más lenta la expansión ilegal de la música, pero existía. Pero con el advenimiento de Internet, la cosa creció de manera geométrica. Y me parece una locura castigar a alguien que está usando algo que está ahí para ser usado. En todo caso, castigá a Emule, a Limewire, a los sitios que te permiten hacer esas conexiones pero no castigues a la gente.

¿Ves alguna solución para este problema que enfrentan las discográficas?

Es que tampoco veo un problema. Lo que sí veo, pero esto no es nuevo, es que las compañías discográficas cada vez son más chicas, porque justamente, Internet promueve el movimiento independiente. Cuando yo empecé a tocar, la única manera de que te grabaras es que tuvieras éxito. Entonces venía alguien de una compañía y te hacía un disco. Ahora, yo muchas veces me encuentro grabando discos para bandas que nunca tocaron en vivo. Hoy en día, grabar es una cosa super importante para difundir tu música, conseguir lugares para tocar…así que lo que veo es una cosa evolutiva. En todo caso es un problema para los que habían apostado a los intereses discográficos, y van a tener que ver de dónde sacan la guita ahora.

Desde que apareció el formato mp3, se dice que el CD está en vías de extinción. ¿Estás de acuerdo?

Yo creo que el disco, como objeto artístico, falta mucho para que desaparezca. Pero cuando eso pase, ya no va a haber más idea de obra sino idea de canción. Esa es una visión muy capitalista de la cosa, donde todo es un bien comerciable, donde te olvidás del arte, de la expresión. A mi me encanta armar un disco y que ese disco sea un viaje, que pases de una canción a otra y que pongas un tema oculto diez minutos después de que terminó, eso es arte y espero que no desaparezca. Porque si no, es como si te compraras un dedo de mármol, una nariz de mármol y de a poquito vayas armando tu estatua. No, lo lindo es ver lo que hizo Rodin, ver ese pensador, la obra terminada. Lo que pasa es que la canción existe, cada vez más, como bien de consumo, por eso está la cosa de ver cuál es el hit, porque estamos inmersos en una sociedad donde todo es consumo y venta.

Ahora que estás grabando bandas y tenés oportunidad de escuchar nuevas propuestas ¿qué pasa con la calidad del material?

Mi experiencia, en Argentina, 2008, es que los músicos siguen preocupados por su sonido. Aunque después lo terminan subiendo a myspace y suena todo como el orto, pero bueno, por lo pronto se difunde. Y eso está bueno, que se difunda, no importa el canal. De golpe entrás a myspace y escuchás cosas de Soda Stereo y de ahí saltás a uno que no lo conoce ni su mamá y de ahí saltás a otro que está en México y de ahí saltás a otro que está en China y saltás a otro que está a la vuelta de tu casa y todos hacen música y de algún modo eso iguala un poco a todos. Y eso me gusta.

Para Revista De Acá