jueves, 2 de octubre de 2008

Piano man

Debe haber una extraña mezcla de coraje y narcisismo en la decisión de lanzar un disco a sólo piano y voz. Coraje de enfrentarse a la desnudez propia de las canciones, a su estado más primitivo, y narcisismo en su acepción de completud, en el convencimiento de que ese es el estado que les hace más justicia.
Algo de eso debe haber movido a Fito Páez a editar “Rodolfo” (2007), su décimo sexto disco, sin contar otras tantas colaboraciones (grabó La la la con Luis Alberto Spinetta, Enemigos íntimos con Joaquín Sabina, compuso para Juan Carlos Baglietto, Fabiana Cantilo y siguen las firmas).
Pero el romance del rosarino con su piano se remonta mucho más allá de los doce temas que componen la placa. Ya en su debut, Del ´63 (1984), “La rumba del piano” –que poco tiene del ritmo cubano y mucho de Clics Modernos, como el resto del disco- resume la relación simbiótica entre música, músico e instrumento: “Mi piano un poco soy yo, yo soy un poco de él”, confiesa sobre su “hermano de soledad”.
En Rodolfo, la intimidad convierte a la melodía en la gran protagonista. Y se sabe, el rosarino no es un gran cantante, pero logra hacer de eso todo un estilo y, lo que es más importante, logra parir líneas melódicas que son necesariamente suyas. Hay una forma de decir, una métrica, un grado de exceso en ciertos fraseos, que sólo le quedan bien a él.
En cuanto a lo lírico, los temas (no las canciones, sino el de qué hablan) son los de un tipo maduro. Fito ahora es Rodolfo y el amor se le antoja trascendente, absoluto (“pero al fin, si es amor, cruzará huracanes y tormentas” canta en “Si es amor”; “el amor se entrega, no hace falta recibir” en “Vas conmigo”; “igual está el amor, no se puede parar, los chicos en el cuarto de al lado” en “El cuarto de al lado”).
Hay también algo de su romance con el séptimo arte y esas letras que quisieran ser guiones, como la de “Sofi fue una nena de papá” y “El verdadero amar”. Y claro, hay instrumentales (“Nocturno en sol” y “Waltz for Marguie”) porque el piano de Fito a veces habla en su idioma.

1 comentario:

Satrian dijo...

Odio a Fito... pero hasta que casi me dan ganas de escucharlo luego de leer estas líneas.